Para sentirse bien es clave mantener unos hábitos de vida saludable. Pequeños gestos a lo largo de las 24 horas del día te ayudarán a estar bien. ¡Apunta estas pautas!
DESAYUNA EQUILIBRADO Es la comida que te pone en marcha y debe aportarte el 25% de la energía y los nutrientes del día. A un buen desayuno no le pueden faltar una bebida vegetal, cereales integrales, fruta, semillas y aceite de oliva.
PROTEGE TU PIEL Antes de salir de casa, protege tu piel. Una buena hidratación y un protector solar son imprescindibles en el día a día de nuestra piel. Además, es importantísimo proteger las células frente al daño oxidativo. Puedes suplementar tu dieta con antioxidantes como el resveratrol, muy abundante en la piel y las semillas de uvas negras, o la astaxantina, una sustancia con una alta capacidad para neutralizar los radicales libres.
PUEDES CON TODO Si te vas a enfrentar a una jornada agotadora y te faltan las fuerzas, los productos naturales te dan el empujoncito que necesitas. Toma jalea real, ginseng, té verde, polen o eleuterococo. Te ayudarán a aumentar tu rendimiento físico e intelectual al tiempo que aumentan la resistencia a la fatiga.
EN LA OFICINA Una postura adecuada y pequeños descansos, levantándote cada hora y media para estirar las piernas son fundamentales para aguantar la jornada frente al ordenador sin dolores. Utiliza una silla ergonómica que permita apoyar toda la espalda. Usa también un alzador para reposar los pies y mantener las piernas en un ángulo de 90º, y no las cruces.
EL PODER DEL AGUA El agua es esencial para el funcionamiento de nuestro organismo. Transporta los nutrientes, ayuda a eliminar residuos y regula la temperatura corporal. Compone el 83 % de la sangre. Mantente hidratado bebiendo al menos dos litros de agua a lo largo de la jornada.
PROTEGE TU ESTÓMAGO Si a la hora de la comida tienes una cita ineludible que sabes que va a ser sinónimo de excesos que se traducirán en pesadez, hinchazón y otros trastornos digestivos, utiliza complementos alimenticios adecuados que contengan enzimas para favorecer la digestión, y probióticos, inulina y fibra soluble, que contribuyen al equilibrio de la flora intestinal.
SOMOS LO QUE COMEMOS La Organización Mundial de la Salud estima que una mala alimentación está detrás de entre un 50 y un 60 por ciento de las enfermedades crónicas. Por eso, es fundamental mantener una dieta equilibrada en la que no falten fruta y verdura, legumbres, cereales integrales, aceite de oliva y pescado. Modera el consumo de carne y grasas de origen animal, así como de azúcares.
CAMINA Es uno de ejercicios más saludables que existen y se puede realizar a diario. Se adapta a cualquier situación, no importa si estás de vacaciones, de viaje por trabajo… Te hará sentir bien, dado que caminar hace que tu cerebro libere endorfinas y serotonina, las hormonas de la felicidad.
UNA DUCHA, RITUAL DE BIENESTAR Comienza el día con una buena ducha que te ayude a afrontar la jornada con energía. Utiliza un gel con un ph adecuado. No alargues la ducha más de diez minutos, lo pagaría tu piel y el medio ambiente.
NO AL ASCENSOR Sube las escaleras, es un ejercicio sencillo con el que aumentarás tu actividad física sin enterarte. Si son muchos pisos, siempre puedes usar el ascensor, pero bajar un par de ellos antes de tu destino.
MEDITA Haz una pausa y dedica unos minutos a conectar contigo mismo. Echa el freno, aparca las tareas domésticas, el trabajo y tus cargas mentales, y dedica un rato a la meditación. Cinco minutos pueden ser suficientes. Te ayudará a descubrirte, al tiempo que contribuye a controlar la presión arterial y mejorar la memoria.
ADELANTA LA CENA Debes dar tiempo suficiente a tu cuerpo para hacer la digestión antes de acostarte. Una cena ligera, en la que primen los alimentos de origen vegetal y las proteínas, favorecerá el descanso y bajará el riesgo de sobrepeso.
MODO OFF A última hora del día apaga el móvil. Este pequeño gesto te permitirá liberarte. Las redes sociales y los whatsapp por la noche, estimulan el cerebro e interfieren en el descanso. Cambia el teléfono por un libro o una charla con los tuyos.
DUERME COMO UN BEBÉ A la hora de dormir procura convertir la habitación en el lugar idóneo para el descanso: que sea fresca, silenciosa y esté a oscuras. Si te cuesta coger el sueño puedes tomar melatonina, que reducirá el tiempo para conciliarlo. También son un buen complemento algunas plantas con propiedades sedantes y tranquilizantes como la valeriana, la pasiflora o la amapola de california.
EN CUALQUIER MOMENTO, UNA INFUSIÓN Tomar una infusión es tomar una taza de salud. A cualquier hora del día, no sólo nos ayudan a hidratarnos. Además, las plantas medicinales nos ayudarán con sus principios activos. Un té verde a media mañana nos aportará energía y antioxidantes; una infusión de manzanilla y anís, facilitará la digestión después de comer y antes de acostarnos, una taza de melisa nos ayudará a relajarnos.
REGALA ABRAZOS ¿Qué hay más reconfortante que un buen abrazo? Con sólo veinte segundos, tu cuerpo produce oxitocina y serotonina, las hormonas relacionadas con el bienestar. Un abrazo calma la ansiedad, aumenta la confianza y alivia tensiones.
PONTE AL SOL La exposición al sol es imprescindible para que nuestro organismo mantenga unos niveles adecuados de Vitamina D. Esta vitamina, que asociamos al mantenimiento de los huesos, interviene también en la función inmunitaria, fortaleciendo nuestras defensas y ayudándonos a prevenir las infecciones. La exposición al sol debe ser siempre moderada y evitando las horas centrales del día.
COMPARTE TUS PREOCUPACIONES Cuéntaselas a personas de confianza. Transformar los sentimientos en palabras nos ayuda a darles la importancia que realmente tienen y a analizar qué son en realidad.
PLAN DETOX Al menos un par de veces al año, después de épocas de excesos –como el verano o la Navidad- a nuestro organismo le viene bien una ayuda para desintoxicar.
CONSUME ALIMENTOS FRESCOS Y DE TEMPORADA Aumentar el consumo de alimentos frescos con preparaciones sencillas o crudas, mejora la biodiversidad de nuestra microbiota, supone un gran aporte de fibra y vitaminas, que con el cocinado se degradan, y reduce las calorías aportadas en recetas que requieren elaboraciones más complicadas. Elegir alimentos de temporada nos permite llevar una alimentación variada y disfrutar de mejores sabores. Además, ir a la compra caminando es una buena forma de hacer ejercicio además de ahorrar combustible.
EJERCITA EL CEREBRO Del mismo modo que hacemos ejercicio físico para mantener el cuerpo en forma, el cerebro también necesita entrenamiento. Aprender a tocar un instrumento, practicar un idioma, leer o hacer pasatiempos, son actividades que mantendrán ejercitado el cerebro.
PRESCINDE DEL AZÚCAR Sustitúyelo por otros endulzantes para tus platos, como la estevia, una planta con elevado poder edulcorante. Ojo también al azúcar que se encuentra camuflado en determinados alimentos, sobre todo los ultraprocesados.
LEE LOS ETIQUETADOS Aprende a leer las etiquetas de los productos. Así controlaras la ingesta de calorías, grasas y azúcares. Te en cuenta que los ingredientes aparecen ordenados por cantidad, es decir, los más abundantes primero. No compres de forma mecánica.
NO TE COMPARES CON LOS DEMÁS Somos únicos y diferentes. Por eso, lo importante es conocerse a uno mismo, analizar tus propias fortalezas y debilidades y aprender a superarse. No compitas, colabora.
PRESTA ATENCIÓN EN LA COCINA Opta por las formas de cocinado más simples. Prioriza los alimentos crudos y frescos, siempre que sea posible. Si no lo es, opta por el vapor, la plancha o el horno y descarta guisos y frituras.
PRACTICA YOGA EL yoga tiene importantes beneficios para nuestro bienestar, tanto físico como menta. Las diferentes posturas ayudan a tonificar los músculos y sanean la columna vertebral, al tiempo que contribuyen a aumentar la flexibilidad y desarrollar el equilibrio. Al ir asociadas a una respiración consciente, con sus beneficios para el manejo del estrés y la mejora de la concentración.
ALIMENTA TU MICROBIOTA Prebióticos y probióticos se encargan de mantener y restaurar la función normal del intestino. Nos ayudan a hacer más fuerte la barrera gastrointestinal y contribuyen a mantener el equilibrio de la microbiota.
ESTABLECE PRIORIDADES Revisa tu lista de tareas y, siendo sincero contigo, mismo categorízalas y decide en qué orden las abordarás. Aprende a decir que no a alguna de ellas y no trates de hacer todo a la vez. Administrando tu tiempo y tus objetivos evitarás frustraciones y pérdida de energía.
CONFÍA EN EL PODER DE LAS PLANTAS La naturaleza es la gran aliada de tu bienestar. La fitoterapia nos aporta multitud de soluciones para favorecer el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo y prevenir posibles problemas.
CONSUME PROTEÍNAS VEGETALES Sustituye el consumo de carne por proteínas vegetales que contienen menos grasa, son ricas en fibra, son más fáciles de digerir y son saciantes sin muchas calorías.
CONTROLA TU PESO El sobrepeso y la obesidad son uno de los principales de riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes. También pueden desencadenar problemas óseos y articulares o apnea del sueño.
NO FUMES El tabaco provoca enfermedades cardiovasculares, enfermedades pulmonares y cáncer.
DI NO AL ALCOHOL El consumo de alcohol es perjudicial para nuestra salud física y mental. Además, el abuso puede provocarnos determinados problemas sociales.
RODÉATE DE LOS QUE TE CARGAN DE ENERGÍA Aléjate de personas tóxicas, las que traen conflictos a tu vida y te hacen sentirte estresado y dolido. Suelen ser personas criticonas, envidiosas, arrogantes… Aléjate de ellas y acércate a las personas que suman y te inspiran energía positiva.
MANTÉN EL ORDEN Tu hogar, tu mesa de trabajo, tu cartera, tu armario… si están en orden nos trasladarán una sensación de armonía y bienestar. Proponte organizar una cosa cada día. Poner en orden tu entrono trasmite organización mental
CUIDA TU BIENESTAR FINANCIERO Un buen equilibrio entre ingresos, gastos y ahorros es fundamental para mantener nuestro bienestar general. Los problemas económicos pueden ser causantes de situaciones de estrés y otros problemas de salud mental. Si es necesario, revisa tus hábitos de consumo para ajustarlos.
SÉ SOLIDARIO Busca actividades en las que puedas ayudar y sé generoso en tu día a día. Solidaridad y felicidad están estrechamente vinculadas. Diversos estudios concluyen que ayudar a los demás te hace sentirte bien física y mentalmente y aumentará las conexiones con tu comunidad
SÚMATE AL MOVIMIENTO SLOW Esta corriente cultural promueve vivir con calma. Se trata de alejarse de los ritmos frenéticos y, frente a ello, apostar por las cosas bien hechas, disfrutando del proceso de elaboración y adaptándose a los ritmos naturales de cada paso.
DALE AL PLAY La música es capaz de cambiar nuestro estado de ánimo, hace que nuestro cerebro libere dopamina, la hormona del placer. Reproduce tu playlist favorita para ponerle banda sonora a tus actividades cotidianas, ero te hará sentirte bien.
VÍSTETE CON UNA SONRISA Una buena sonrisa y una mirada alegre no sólo te harán agradable hacia los demás, sino que te harán sentir más feliz. Sé amable y respetuoso; saluda, di por favor y gracias; haz una visita a algún familiar o dedica algunos minutos a llamar por teléfono a los tuyos. La actitud con la que afrontas cada acción del día a día repercute en tu estado de ánimo y, por tanto, en tu bienestar.