Con el debate sobre su idoneidad abierto de nuevo, este fin de semana volveremos a cambiar la hora. En la madrugada del sábado al domingo retrasaremos los relojes y a las 3.00 volverán a marcar las 2.00.
Si la modificación de horario se pone en cuestión de forma recurrente es por las consecuencias que tiene para nuestra salud. Diversos estudios han puesto de manifiesto que el cambio afecta a nivel general en nuestro organismo, principalmente a mayores y niños, produciendo alteraciones en el sueño que afectan a nivel hormonal y emocional. Normalmente, la media de adaptación para la población en general es unos entre cuatro y cinco días, pero hay personas más sensibles a las que les cuesta más esta adaptación.
El efecto más importante e inmediato del cambio de hora es una alteración en la secreción de melatonina, la hormona que actúa regulando los estados de vigilia y sueño en función de la luz solar.
Esta desregulación de nuestro reloj biológico puede provocar síntomas similares a los que provoca el jet lag: fatiga y cansancio general, somnolencia durante el día, dificultad para conciliar el sueño por la noche, irritabilidad, falta de concentración y disminución del rendimiento físico e intelectual
De forma general, hay dos maneras de “no dormir bien”. La primera es cuando nos acostamos y tardamos mucho en dormirnos. La segunda es que nos quedamos dormidos al momento, pero transcurridas unas pocas horas nos despertamos.
Para ambos casos existen remedios naturales que pueden ayudarnos, como es la melatonina, para el primer caso, y plantas sedantes y relajantes, para el segundo.
Melatonina
La melatonina es una sustancia segregada de manera natural por nuestro sistema nervioso
durante el descanso y que determina los ciclos sueño-vigilia.
Además, aumenta nuestras defensas fortaleciendo nuestro sistema inmunitario y
reduciendo el efecto de los radicales libres en nuestro cuerpo, frenando así el
envejecimiento prematuro.
Frente
a cambios de hora o en otras situaciones como personas que trabajan por turnos,
en el insomnio asociado a la edad o en el síndrome del jet-lag nuestro organismo
necesita un suplemento a base de melatonina.
Amapola de California (Eschscholtzia californica Cham.)
El extracto
de amapola de California induce el sueño, calmando la agitación, el
nerviosismo, la irritabilidad, mejorando la calidad del mismo y reduce los
desvelos nocturnos y las pesadillas.
Valeriana (Valeriana officinalis L.)
La raíz de
valeriana, es una planta medicinal que actúa como sedante del sistema nervioso
central con propiedades calmantes y relajantes que facilitan la conciliación
del sueño y reducen los despertares.
Pasiflora (Passiflora incarnata L.)
Es una planta
muy apreciada por sus propiedades ansiolíticas, tranquilizantes e inductoras al
sueño. Muy útil para mitigar la ansiedad que se crea en los despertares
nocturnos cuando le damos muchas vueltas a los problemas del día a día. Ayuda a
conciliar el sueño sin producir la desagradable sensación de atontamiento al
despertar.
Lavanda (Lavandula spica D.C)
Destaca por sus propiedades sedantes y equilibradoras del sistema nervioso. Sus flores y hojas contienen un aceite esencial rico en limoneno que le confiere sus propiedades y su agradable olor.